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A medida que el cálido abrazo del verano se despliega, la importancia de la hidratación adquiere un protagonismo especial. Con el sol dorado proyectando sus rayos sobre nosotros y los niveles de mercurio disparados, se hace imperativo comprender la importancia de una hidratación adecuada para mantener nuestro bienestar general. ¡Descubre los beneficios de una hidratación adecuada!
La ciencia detrás de la hidratación
La hidratación es un proceso fundamental para el cuerpo humano y para mantener el correcto funcionamiento de nuestro organismo. El agua que bebemos es proporcional al líquido que perdemos a lo largo del día. De ahí que sea de vital importancia reemplazar los líquidos perdidos, ya sea por el sudor u otros procesos metabólicos.
A través de la orina, podemos perder entre un litro y un litro y medio de agua. Con la sudoración, alrededor de un litro. Y, al hacer la digestión, aunque depende de la alimentación, también perdemos mucha agua. Ten en cuenta que para que el sistema digestivo pueda cumplir sus funciones, necesita absorber una gran cantidad de líquidos.
Beneficios de mantenerse hidratado en verano
Mantenernos hidratados durante cualquier época del año es fundamental. Pero, cuando llega el calor, las altas temperaturas nos pueden jugar una mala pasada si nuestra hidratación no es la adecuada.
Algunos de los beneficios de mantenerse hidratado en verano, son:
- Beber agua para estar hidratados, sobre todo en verano y si estamos realizando algún tipo de actividad física, ayuda a regular la temperatura corporal
- También favorece la concentración. En reposo, también corremos peligro de sufrir un déficit de hidratación. Si trabajas con un ordenador o estudias, debes saber que no estar hidratado afecta negativamente a tu capacidad de concentración
- Un nivel bajo de hidratación puede llegar a provocar dolor de cabeza, mareos y vómitos. Por tanto, no solo debemos beber al sentir sed, sino para mantener equilibrados los líquidos que necesita nuestro cuerpo
Pautas de ingesta de agua para el verano
Los expertos de la Organización Mundial de la Salud recomiendan la ingesta diaria de agua de unos 2L. Dependiendo de nuestro peso, actividad y época del año, la cantidad requerida puede ser mayor.
Si te resulta complicado llegar a beber esa cantidad diaria, es recomendable establecer unas pautas para mantener un nivel de hidratación adecuado.
Puedes intentar adquirir el hábito de beber un vaso de agua en distintos momentos del día. Por ejemplo, nada más levantarte, a media mañana (al hacer un descanso en el trabajo), antes de comer y cenar, antes de acostarte… Así, contando los vasos de agua podrás hacer un cálculo para saber cuánto estás bebiendo diariamente.
Consejos para mantenerse hidratado cuando hace calor
- Evita salir a la calle en las horas más calurosas. Lógicamente, entre las doce de la mañana y las cinco de la tarde, en verano, la temperatura es excesivamente alta
- Si haces ejercicio físico, no olvides recuperar líquidos constantemente. A través del sudor eliminamos una volumen muy alto de los líquidos de nuestro organismo
- Ten siempre a mano agua accesible. Para ello, lo mejor es siempre tener una botella de agua mineral natural y llevarla contigo
- Una dieta equilibrada también te va a ayudar a evitar digestiones pesadas que influyen en la falta de hidratación.
- Come frutas y verduras con alto contenido en agua. Inclúyelos en tu dieta habitual, y mantendrás los exigentes niveles de hidratación en verano
Alimentos y bebidas que favorecen la hidratación
Los alimentos también son una fuente de hidratación importantísima. Incorporarlos a nuestros hábitos alimenticios contribuirá a mantenernos frescos y bien hidratados.
En verano, encontramos decenas de frutas, verduras y hortalizas de temporada con un aporte de líquidos muy elevado. Pepino, canónigos, lechuga, rúcula, tomate, rábano o calabacín, entre otros, son algunos alimentos para tomar en ensaladas, cremas o sopas, cuyo aporte de agua va a ser un plus para nuestro organismo. Lo mismo ocurre con algunas frutas como sandía, melón, pera, piña…
