Dormir con el bebé es una de las decisiones más importantes y debatidas en la crianza temprana. El colecho, entendido como la práctica de compartir el espacio de sueño con el recién nacido, genera opiniones encontradas entre familias y expertos. ¿Es seguro? ¿Cuáles son sus beneficios reales? ¿Qué riesgos implica?
En este artículo de Bebé a Bordo, el baby coach de Bezoya, encontrarás información clara y actualizada, sus ventajas, desventajas y recomendaciones para tomar la mejor decisión para tu familia.
¿Qué es el colecho?
El colecho consiste en que el bebé duerma cerca de sus padres durante la noche. Esta cercanía puede darse de diferentes formas, principalmente:
- Colecho total: El bebé duerme en la misma cama que los padres. Es la modalidad más tradicional y más conocida, aunque hay que tomar unas medidas adecuadas.
- Colecho parcial: El bebé duerme en una cuna adosada a la cama de los padres. De esta forma tiene su propio espacio, pero cerca de los padres para facilitar la atención nocturna y la lactancia.
Ambas opciones buscan facilitar el descanso y el cuidado del bebé, pero difieren en el nivel de contacto. Es importante conocer las diferencias para elegir la modalidad más adecuada y segura para cada familia.
5 Beneficios del colecho seguro
El colecho seguro puede aportar numerosos beneficios tanto para el bebé como para los padres. Estos son algunos de los más destacados:
- Refuerza el vínculo afectivo: La cercanía nocturna favorece el apego entre el bebé y sus padres. El contacto físico y responder rápido a las necesidades del bebé ayudan a que este se sienta seguro y protegido.
- Facilita la lactancia nocturna: El colecho facilita las tomas nocturnas, ya que no es necesario levantarse de la cama. Contribuyendo a una lactancia materna más exitosa que favorece el descanso de la madre.
- Mejora el sueño: Muchos bebés duermen mejor cuando sienten la presencia de sus padres. Puede reducir los despertares nocturnos y el llanto. Y recuerda, si tu bebé descansa… tú y toda tu familia también lo hará.
- Mayor respuesta ante llantos o malestares: Al dormir cerca podrás atender más rápido al bebé por si necesita algo, ya sea hambre, frío, calor o cualquier malestar.
- Reducción del estrés y ansiedad nocturna: Puede disminuir la ansiedad tanto en el bebé como en los padres, ya que pueden estar juntos y atenderse mutuamente en caso de necesidad.
¿Cómo practicarlo de forma segura?
Si decides practicar colecho, es fundamental seguir una serie de recomendaciones para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad del bebé:
- Usa un colchón firme y plano: Evita colchones blandos, sofás o sillones, ya que aumentan el riesgo de asfixia.
- Mantén la zona de sueño despejada: No debe haber almohadas, mantas, peluches ni objetos sueltos cerca del bebé. El espacio debe estar limpio y libre de obstáculos.
- El bebé siempre debe dormir boca arriba: Esta es la posición más segura para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
- Evitalo si tienes sueño muy profundo o si el bebé es prematuro o de bajo peso. En estos casos, el riesgo de accidentes es mayor y se recomienda optar por alternativas seguras.
- Revisa la temperatura de la habitación. Evita el sobrecalentamiento y asegúrate de que el bebé no esté demasiado abrigado.
Recuerda, el colecho puede ser una experiencia positiva y enriquecedora si se realiza de forma segura y consciente. Antes de decidir, infórmate, consulta con tu pediatra y analiza las necesidades y circunstancias de tu familia. Y si necesitas más información sobre la crianza de tu bebé, puedes consultar más artículos de Bebé a Bordo.
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